La iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica busca modificar el mecanismo de despacho de las centrales eléctricas.
El pasado 1 de febrero, el Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE). La reforma propone cambios a la forma en que actualmente opera el sistema eléctrico nacional; además busca fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al modificar el mecanismo del despacho de las centrales y plantas eléctricas.
El despacho eléctrico es el mecanismo actual que decide el orden en que cada central eléctrica inyecta su energía a la red en un periodo determinado. La planta más eficiente es la primera en inyectar energía a la cadena, que implica tomar la más barata.
La iniciativa modifica la obligación de despachar primero la energía más barata y establece el siguiente orden de prioridad para despacharla. En primer lugar, a las hidroeléctricas; segundo, lo generado en las demás centrales de la CFE; en tercero, a la energía eólica y solar de los particulares; al final, la energía de ciclo combinado de empresas o centrales privadas que operan a partir de un ciclo de gas y otro de vapor; garantizando la venta de la energía sin que necesariamente sea la más barata.
Según la iniciativa, se busca terminar con la simulación de precios en un mercado que favorece la especulación. Por otro lado, instancias como la COFECE han advertido que de aprobarse en los términos actuales se podría afectar el proceso de competencia y libre concurrencia en los eslabones de generación y comercialización de energía eléctrica.
Esto se podría reflejar en tarifas más elevadas para los consumidores y para el gobierno mediante subsidios, aunque en la iniciativa se menciona que ésta tiene como propósito garantizar la confiabilidad y un sistema tarifario de precios, que únicamente serán actualizados conforme a la inflación.